Put your evil doings Away from My sight. Cease to do evil; Learn to do good. Devote yourselves to justice; Aid the wronged. Fight for freedom. Die for loyalty.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Sobre el otro y sus consecuencias


Tengo un muy biuen amigo que tiene la saludable costubre de decir lo que piensa. Eso es sano, y hace que la amistad sea real: a pesar de lo que uno piensa y cree, siempre queda el cariño y la existencia se hace una experiencia deliciosa. Y también nos ayuda a ambos a poder no estar de acuerdo y aún así tener cosas y hechos que nos unan.

Hace un par de semanas me dijo lo siguiente:

- Si ustedes no se hacen cargo de lo que pase con Correa, y no ponen un candidato, ustedes serán los responsables de que Lasso llegue a ser presidente y la derecha se tome el país.

- "Nosotros"??

- Si, ustedes, los que critican por redes sociales.


Esta conversación me ha dejado perplejo un par de semanas, y esto se combina con los úñtimos acontecimientos: las audiencias de la CIDH y la negativa del gobierno a asistir, y la resolucion de la Corte Constitucional que plantea que temas crítico de la constitución pasen por la Asamble Nacional y no por la decisión democrática. Estos argumentos muestran para mi el problema principal del país, la identificación de un enemigo en el contrario, y la necesidad de que el "otro" se haga cargo del problema y de su responsabilidad por errores propios. Al respecto tengo tres reflexiones muy rápidas:


1.- En Ecuador no existe una oposición plural, organizada y capaz de generar ujn proyecto nacional. Si analizas lo que tienes en Ecuador, lo que se obtiene es el otro lado del espejo: las mismas élites que están en el poder, pero con otros intereses. En sí, el debate respecto al otro en Ecuador ha hecho que se generé, como lo que plantea Ferrajoli, una estandarización de los "nuestros" y una desvalorización del otrio. Lo que me preocupa es que es imposible en este momento plantear una sociedad abierta y plural que sea capaz de acepytar todos los insumos posibles para construir politicas publicas de gente,

2.- El error del gobierno es ver a todos los ciudadanos que dicen "creo que no está bien" como opositores (peligrosos). A pesar de su profunda legitimidad electoral que es un hecho innegable, el Gobieerno de la Revolución Ciudadana vive en una situación de asedio. Una sociedad que está al acecho de malvados poderes que están dispuestos a destruir las conquistas sociales que se han realizado, y pondrá al país en una nueva edad media. Eso es imposible, en este punto, por las siguientes razones:

a) Si se mantienen lo precios del petroleo, cualquier gobierno debería mantener esta cierta
racionalización de la política pública y en la ejecución de acciones de estabilización social.
b) Creo que el Gobierno espera encontrar un enemigo para poder construir un discurso político, como lo haría cualquier gobierno. El problema es que está peleando contra humo: los ciudadnos no somos y no querenos ser oposición por default. Una parte de los derechos ciudadanos es también el derecho a no intervenir en política y cumplir con los deberes ciudadanos. Mi amigo se horrorizaría eso, porque hay la tendencia a buscar organizaciones. Creo que ese es el quid. La gente no quiere organizarse porque en el momento de organizarse surge una relación de poder asim´petrico contra el Estado. Y olvidemonos la idea de "the power of one". Es aberrante ver como una persona que piensa distinto termina siendo vilipendiada con dineros que pudieran bien servir para otros y mejores fines.

3.- La Corte Constitucional se ha presentado a sí misma como la campeona del dislate juridico. No he tenido la oportunidad de leer la resolución todavía, pero lo que sucede allí, adelantandome a los acontecimientos, es que ahí se está construyendo una teoría nueva del Derecho: En Ecuador no tenemos Estado de Derecho. Tenemos un Estado del Carga a Montón, donde el estado y sus instituciones legalizan y vuelven operativa cualquier limitación a derechos, ya que no existen rmecanismos de rendición de cuentas horizontales (Asamblea y CNJ) que pudieran exigir modulación a su conducta. Y todo esto, patrocinado por una Corte que a mi humilde opinión, no hace lo que debe hacer.

5.- Creo que lo que más debieramos hacer ahora, es pensar en un proceso de reconciliación nacional. Una idea importante de la democracia y de kla política pública, es la inclusión de todos en el proceso. Y de dialogar. DIA-LO-GAR. Ningún actor político es capaz de sentarse en una mesa, y construir democracia con el intercambio de ideas. A mi me encantaría ver al Presidente de la República, con los líderes de los partidos políticos, en una sesión pública de control, donde se digan, sin ataques, los problemas del país y como resolverlos. Pero desgraciadamente, soy un idealista, y esas cosas no pasan en el mundo real.

Lo que más me preocupa, y eso es en específico en mi caso, que en todas estas jugadas, esta trabajando gente que conozco. Tanto gente en el Gobierno como en la "oposición", que se formaron a mi lado. Los conozco bien, y sé que son buenas personas, y que son profesionales en su trabajo. La pregunta es: ¿Están totalmente comnvencidos de que las cosas que hace el Gobierno y la oposición son  legales?. Si la respuesta es SI, perfecto, es una elección moral perfectamente respetable. Pero si dicen NO, ¿Por qué nadie dice nada?.

¿Acaso Ecuador tiene 14 millones de Eichmanns pululando por allí, cumpliendo ordenes y haciendo que el mal sea banal? Si es así, que Santa Marianita nos lleve ya. Yo no quiero un país donde todos digan "estábamos cumpliendo órdenes".

(tildes y ortografía omitidas)

viernes, 19 de septiembre de 2014

Un mundo sin héroes






Este post aparecerá probablemente, después del 17 de septiembre, cuando ya hayamos tenido otro round del drama nacional medianamente solucionado. Toda la tarde he pensado en el asunto, en la necesidad de poder encontrar una explicación más amplia a la realidad que nos circunda. De cómo necesitamos algo superior a nosotros.

Y como siempre la respuesta llega en forma de música: No necesitamos héroes. Y al no necesitar héroes, creo que tendremos una vida política más feliz en 593. Y se los digo por las siguientes razones.

  1. El héroe necesita un enemigo a vencer, y en el campo social, eso significa la aniquilación del otro. Hemos creado un bonito país, donde se aniquila al diferente, y se destruye al que piensa diferente. Además de darnos vergüenza, debería ser la muestra de que Ecuador debe empezar a preocuparse (preocuparnos) (preocuparme) de las pequeñas cosas. Si no resolvemos esas primero, el gran panorama es imposible de responder.
  2. La falta de memoria es una bella actitud social. La amnesia colectiva hace de los cabrones de antes lo capitanes de la democracia de ahora y al revés. Creo que actuamos con un pragmatismo mercenario. Por llenar la olla, hemos vendido nuestra alma al diablo de turno. ¿Quien necesita heroes en un mundo de esclavos?
  3. Un día, llegara la verdad social. Será antes o después. Cuando se acaben los fondos estatales, cuando haya un conflicto social masivo, cuando haya un desastre natural, nos pasará lo de siempre, nos separaremos de la bronca social, y veremos a la realidad de esa forma que la vemos cuando todo ase va al carajo. ¿Quien necesita heroes cuando todo se vuelve un desastre?
  4. Y la verdad, esperar que una oposición política formada por otras élites tardicionales no da garantías para que nosotros, la clase media, pueda funcionar. Nadie piensa en nosotros, seamos sinceros.
Ecuador es un país sin héroes. Los construimos co n los andrajos de nuestra memoria histórica, y los rechazamos cuando encontramos algo más importante en lo que creer. Eso es muy humano y es comprensible. Pero abandonamos todas nuestras tablas de salvación. 

Lo malo es que nuestros heroes no están llevando al abismos. Juegan con nosotros como fichas de monopolio, por tener que llenar la olla, por soster un sistemna, que al final tenemos todas las de perder, todos.

Y no quiero terminar esto como una falacia adhominem. Creo que debemos empezar a ser dueños de nuestro propio destino. Implica más pain, y menos gloria. No se trata de construir un futuro con la política. Creo que el reto ecuatoriano es construir un futuro a pesar de la política. Y eso sería sano, porque así nos volvemos más humanos, mas conscientes de nuestra fragilidad. Menos egoístas, y mejor entrenados para sobrevivir a la red de decisiones que se vuelto el Ecuador.

Lo malo, es que eso tiene un costo altisimo, en términos de ternura e inocencia. IMplica generar una trinchera, una aldea inexpugnable, bastante sola, donde cada mañana fumamos un cigarro en la lejanía, mientras esperamos resistir el siguiente ataque. Al final se trata de ello. 

De que la trinchera del alma se vuelva el bastión de la rebelión.




domingo, 14 de septiembre de 2014

17s

Los fascoinante de estar en Europa es poder dormirse y levantarse con las Historias en Ecuador medianamente armadas, con lo que cualquier interpretación ya pasa con un café en la cabeza. Es muy más sano mentalmente y emocionalmente evita complicaciones de tipo mental. 

Y lo curioso, al final del día, es que las historias con café realmente pasan mucho mejor. Por ejemplo ésta del #17s. En un resumen muy rápido, existe un reclamo de varios sectores sociales, que que busca hacer su reclamo público y notorio en la calle. El día de ayer, la Presidencia planteó la posibilidad de hacer una manifestación en respuesta a los primeros.

Sobre las motivaciones no me voy a referir, porque son harina de otro costal, y tendríamos que hacer un análisis de fondo de la situación nacional. No soy analista, ni pretendo serlo. Pero si soy ciudadano, y los temas públicos me parecen interesantes, así que ahí vamos.

Mi diagnóstico sobre el asunto: 


  1. No hay otra forma de hablar sobre los temas de debate público de una forma que no sea un concurso de testosterona entre las élites políticas del país. Hemos dado legitimidad política los últimos 30 años de democracia a grupos elitarios que hacen ver a las inquinas de Game of Thrones un juego de niños. En ese orden de cosas, nuestra clase dirigente es una serie de líderes de manada que juegan por la supremacía de la manada más grande.
  2. Dado que es una clase dominante, no hemos tenido nunca tal cosa como un recambio de élites, cosa que es un mecanismo sano para oxigenar el poder. Sólo tenemos pequeñas cirugías estéticas en las herramientas de dominación.
  3. Yo no creo en "la calle" como forma de solucionar los problemas. Tuve el honor de nacer y crecer en el Centro de Quito, y me sé, sin dudarlo, el 99% de las consignas políticas, de la izquierda y la derecha. Hasta ahora, no veo que ninguna haya generado el efecto que se proponía. La manifestación como performance me parece desgastada, peligrosa, y sobre-explotada. Si a mi me preguntaran, les diría que utilicen la calle cuando no haya otra medida y cuando la gente no tenga nada que perder, y por lo tanto, todo por ganar. En Ecuador, donde todos somos familia y todos sabemos de que pata cojea el vecino, TODOS tenemos mucho que perder.
  4. Hay una proporción importante de gente que plantea la oposición a todo. Yo creo en la oposición leal. Para bien o para mal, el Presidente que tienes es el presidente nacido de una decisión democrática. Y te lo tienes que aguantar si no te gusta. Gajes del oficio, ya que si pides democracia, tu debes aceptar las condiciones de la misma. Pero eso implica el deber de exigir hasta el límite al poder, para que haga lo que debe de hacer. Sé que eso hace del actor de gobernar un infierno, pero se gobierna mejor. 
  5. Por otro lado, el Poder está siendo ejercido sin pensar en el mañana. Yo sólo diría lo que le decían a los generales romanos victoriosos: "Recuerda que eres mortal". Abrir los ojos, y ver que en el otro lado del río hay una buena oposición con buenas ideas,  y tender los puentes, es un acto de poder que le gana a cualquier marcha.
  6. Si queremos cerrar los ojos, cabrearte con tu vecino por lo que piensa, y esperar alegremente a que Ecuador se convierta en Kosovo, es una decisión personal. Pero a mi no me gusta nunca las guerras frías ideológicas. Peor las calientes.

Con esos antecedentes: A mi me gustaría que nadie fuera a la calle, ni a favor en contra. Que el Poder y el Contraapoder se den cuenta que los ciudadanos no somos solamente fichas de ajedrez. Tenemos un alma y un cerebro. Y también mucho valor para no sólo patear el tablero, sino para pedir que se juegue el juego de forma correcta. No suena tan complicado, ¿verdad?

viernes, 12 de septiembre de 2014

El Chulla Romero y Flores Nunca Morirá


Este post se trata de como se puede invertir un montón de plata y tal vez no fijarse en lo importante. También se trata de la cultura vs el derecho, y también se trata de la literatura

Luis Alfonso Romero y Flores, el personaje inolvidable de la novela de Jorge Icaza, publicado en el año 1958, es un hijo del vodevil nacional, un mestizo que rompe su estirpe indígena y se lanza a una aventura de ascenso social, a base de mentiras, engaños y una que otra triquiñuela. Esa dualidad es descrita por el propio autor como:


El chulla es ese personaje que trata de ser alguien despreciando lo que es, y por eso da con lo grotesco y tropieza con la tragedia. [...] Con ese personaje creo que hallé la fórmula dual que lucha en la conciencia de los hispanoamericanos: la sombra de la madre india — personaje que habla e impulsa — y la sombra del padre español — Majestad y Pobreza, que contrapone, dificulta y, muchas veces, fecunda (2)—.

Creo firmemente que el actual estado de funcionamiento del status quo ecuatoriano ser trata de ello. Al fin del día TODOS somos Chullas, y mucho de nuestra política funciona así. Después de 7 años del experimento social masivo más importante de Latinoamérica de los últimos 30 años, aún no se ha llegado a lo que realmente importa: el cambio de conductas. Rascando un poquito debajo del milagro, tenemos el Ecuador de siempre, con todas sus virtudes y defectos. Los Chullas seguimos ahí, buscando las zonas grises del Estado, para aprovecharnos, ascender y lograr status. 

Ustedes me dirán: ¿Otro comentario de ponerse en un lado u otro del río de la confrontación nacional?. La verdad no. Es una llamada al sentido comun y a la defensa de las decisiones individuales, que creo que hace mucho tiempos no están faltando. No podemos negar que vivimos tiempos históricos, y que tenemos probablemente uno de los empujes modernizadores, en términos de política pública y gestión territorial más importantes de los últimos 100 años en el Ecuador. Eso es sano, y era deseable. 

Lo malo es cuando queremos sostener el tema desde laas reglas. Toda sociedad encesita reglas. Son los acuerdos sociales que utilizamos, formales o informales, que nos pueden servir cuando el mundo entero se va al carajo. En un país donde "irse al carajo" es una constante, nos hemos sostenido desde las reglas. La solidaridad familiar, los lazos de amistad, los mismos grupos de influencia a los que pertenecemos son uno de ellos. Socialmente siento que hemos roto con las reglas. Nos vale, y nos importa poco lo que pueda suceder con el vecino, a pesar que nos vendemos como un país de gente linda y amable. Construimos nuestra propia identidad a partir de los lugares comunes, mientras en nuestro corazón aún creemoss que nuestras lógicas de aristocratas pobres nos pueden salvar. No sé, pero algo de raro le veo en eso.

Para mi ninguna de las reglas de sobrevivencia social, las últimas líneas de defensa, han sido sobrepasadas, y eso se ve en nuestra relación, tal como el Chulla con su pasado indígena, por el ejemplo. Lo que no me gusta y lo digo en serio, es la aversión al "ayer". Ecuador no era una tierra vacía y llena de ignoracia y anomia, antes del 2007. Aqui pasaron cosas. No era posible que todo fuera un descontrol. Probablemente en el sector publico si, pero el sector privado liuchaba y salía adelante; tal vez eso explica los lazos colusorios que el sectro privado mantenía con el sector público.

No nos engañemos. Todo el mundo ha salido beneficiado de una jugarreta de la corrupción "gris", como planteaba Juan Linz: aquella que sin ser delictuosa, hace que la vida fluya con mayor felicidad y se gane una ventaja comparativa. El pana que te avisa de una consultoría, los amigos que te buscan para que seas contratado, etc etc etc. Esos atencedentes me llevan a pensar: a) De acuerdo, el país necesitaba obra pública, y estoy agradecido que en partes del país que no llegaba la obra del Estado, se llega; b) Creo que hay un esfuerzo modernizador importante, c) Este proceso modernizador tiene una pata coja, que es la gestión de la democracia formal. Al gobierno le quedo el garantismo jurídico grande, porque implica una redistribución social que una crisis mundial y una tendencia al consumo de recursos no puede cubrir, d) En ese gasto de recursos, nunca hablamos de la mejora de la conducta de la gente.

¿La gente ha cambiado? ¿Hemos caambiado? No. Creo que al contrario, tenemos una sociedad que no funciona por reglas de disciplina (social o autoimpuesta) sino somos una sociedad de control, donde hemos dejado que un factor externo nos ponga en una posición de desigualdad. Es una situacion terrible, y al final, la Historia pagará factura.

Yo creo que estamos a tiempo de amortizar esa factura, y de aprovechar la oportunidad histórica. La primera cosa es sentarnos a conversar. Tenemos que tender puentes, especialmente la clase política. No todo es blanco y negro en la vida. Y pocas oportunidades tenemos para salir del atolladero sino tenemos puentes. Hay que empeza a discutir sobre el modelo de país que incluya a quienes piensen distinto y que también pagan impuestos. Debemos hacer un mea culpa sobre los errores de la política pública. Y debemos empezar a hacer correcciones, de lado y lado, que son muy necesarios.

¿O realmente su Chulla Romero y Flores les pide que sigan viviendo de la apariencia? ¿Les gusta la confrontación? ¿ O ya no han encontrado otra forma de vivir?

Piensenlo. Aún estamos a tiempo

(tildes y ortografía omitidas)

domingo, 7 de septiembre de 2014

We are back

Una de las preguntas más curiosas del último año ha sido pensar en volver a abrir el blog. O ponerlo en funcionamiento de nuevo, que sería la acepción correcta, Las razones son  varias: En primer lugar, twitter funciona como una adicciómn inmediata e interesante, y te ayuda a mantenerte al borde de la noticia. Por otro lado, en verdadlos 140 caracteres me han servido como un ejercicio para "hablar mucho pero escribir poco" y esos comentarios como dagas afiladas que leo por allí me gustan.

Lo malo es que twitter, especialmente el twitter ecuatoriano, desde las cabezas políticas hasta el qdolescente que sueña con que su crush de la TV le responda a sus tuits de amor, se ha convertido en una shitstorm, de impredecibles consecuencias. Me explico:  No llegamos a comprender los feómenos que suceden en el mundo, y lanzamos su opinión son contextualizarlo, sin calcular sus consecuencias, y principalmente, sin poner tener a disposición datos que nos ayuden a tener algo parecido a una conciencia tranquila.

Yo personalmente no la tengo. Para mi twitter es una adicción necesaria. Es una forma de evitarme el mass media, y poder entender a la gente. Es el único y primer experimento de mente colectiva absolutamente exitoso. Eso obliga a concebir no sólo una actitud ética. Sino una actitud respecto a los años que han pasado.

Ya crecimos. Aceptemóslo. Y crecimos mal. Y el mundo en el que estamos sigue siendo una tierra baldia, pero mucho más interesante, y más peligrosa. La Terra Incógnita es conocida, y poco podemos hacer. Nunca llegamos a Narnia, nunca destruimos el Anillo. Como dice Corma McCarty, el mejor escrito americano de este siglo: "No hay un Dios, y somos sus profetas"

Pero por eso mismo creo necesario abrir de nuevo un blog. He decidido que mi vida y el pan de cada día se base en explicar el mundo, ya sea escribiendo, enseñando o con una cámara al hombro. El resto resulta irrelevante. Y para ello, debo convertirme no sólo en una fuente de datos inmediatos, sino en un productor de información con algo de contexto.

¿Volver a ser un vaquero de la red?  Nah. Creo que volvemos de la Diáspora.

Este blog, si logro volver a darle un sentido, será una reflexión de las tres cosas que me interesan: el derecho, la política, y las fotos. Tratará de no ser un "querido diario" porque para ello están los recuerdos. Y mejor que ellos no salgan al Internet.

Volvimos al aire. Con más escrúpulos, y con menos compromisos. Pero volvimos