Put your evil doings Away from My sight. Cease to do evil; Learn to do good. Devote yourselves to justice; Aid the wronged. Fight for freedom. Die for loyalty.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Un mundo sin héroes






Este post aparecerá probablemente, después del 17 de septiembre, cuando ya hayamos tenido otro round del drama nacional medianamente solucionado. Toda la tarde he pensado en el asunto, en la necesidad de poder encontrar una explicación más amplia a la realidad que nos circunda. De cómo necesitamos algo superior a nosotros.

Y como siempre la respuesta llega en forma de música: No necesitamos héroes. Y al no necesitar héroes, creo que tendremos una vida política más feliz en 593. Y se los digo por las siguientes razones.

  1. El héroe necesita un enemigo a vencer, y en el campo social, eso significa la aniquilación del otro. Hemos creado un bonito país, donde se aniquila al diferente, y se destruye al que piensa diferente. Además de darnos vergüenza, debería ser la muestra de que Ecuador debe empezar a preocuparse (preocuparnos) (preocuparme) de las pequeñas cosas. Si no resolvemos esas primero, el gran panorama es imposible de responder.
  2. La falta de memoria es una bella actitud social. La amnesia colectiva hace de los cabrones de antes lo capitanes de la democracia de ahora y al revés. Creo que actuamos con un pragmatismo mercenario. Por llenar la olla, hemos vendido nuestra alma al diablo de turno. ¿Quien necesita heroes en un mundo de esclavos?
  3. Un día, llegara la verdad social. Será antes o después. Cuando se acaben los fondos estatales, cuando haya un conflicto social masivo, cuando haya un desastre natural, nos pasará lo de siempre, nos separaremos de la bronca social, y veremos a la realidad de esa forma que la vemos cuando todo ase va al carajo. ¿Quien necesita heroes cuando todo se vuelve un desastre?
  4. Y la verdad, esperar que una oposición política formada por otras élites tardicionales no da garantías para que nosotros, la clase media, pueda funcionar. Nadie piensa en nosotros, seamos sinceros.
Ecuador es un país sin héroes. Los construimos co n los andrajos de nuestra memoria histórica, y los rechazamos cuando encontramos algo más importante en lo que creer. Eso es muy humano y es comprensible. Pero abandonamos todas nuestras tablas de salvación. 

Lo malo es que nuestros heroes no están llevando al abismos. Juegan con nosotros como fichas de monopolio, por tener que llenar la olla, por soster un sistemna, que al final tenemos todas las de perder, todos.

Y no quiero terminar esto como una falacia adhominem. Creo que debemos empezar a ser dueños de nuestro propio destino. Implica más pain, y menos gloria. No se trata de construir un futuro con la política. Creo que el reto ecuatoriano es construir un futuro a pesar de la política. Y eso sería sano, porque así nos volvemos más humanos, mas conscientes de nuestra fragilidad. Menos egoístas, y mejor entrenados para sobrevivir a la red de decisiones que se vuelto el Ecuador.

Lo malo, es que eso tiene un costo altisimo, en términos de ternura e inocencia. IMplica generar una trinchera, una aldea inexpugnable, bastante sola, donde cada mañana fumamos un cigarro en la lejanía, mientras esperamos resistir el siguiente ataque. Al final se trata de ello. 

De que la trinchera del alma se vuelva el bastión de la rebelión.




No hay comentarios:

Publicar un comentario